Andorra, ese pequeño país de los pirineos, rodeado de montañas, un paraíso para los amantes del ciclismo, un montón de ascensiones para realizar, cada cual mas dura que la anterior, paisajes preciosos, poblaciones con encanto. Siempre me gusta visitar Andorra, y poder entrenar en sus montañas, pero en esta vez, ha sido algo diferente a otras ocasiones, ya que a parte de salir a entrenar, iba a poder ver en directo, la 8ª etapa de la Vuelta a España 2012.
En esta nueva visita a Andorra, realice dos entrenos, el primero, con la ascensión a la Collada de la Gallina, donde al día siguiente finalizaría la etapa de la Vuelta.
Hasta ahora, creo que es la ascensión más dura que he hecho, con casi 12 kilómetros, al 8,2% de media, con rampas máximas del 18%. La vuelta finalizaría en el Santuari de Canolich, a falta de casi 4 kilómetros para la cima, que son los más duros de la ascensión, finalizando a 1910 metros de altitud.
En el segundo entreno, ascendí el Port de Cabús de 2300 metros y hasta la estación de esquí de Pal de 1900
La ascensión al Port de Cabús, es preciosa, empecé a pedalear a las 7.30 de la mañana, y no me cruce con ningún ciclista, ni ningún coche, fue un entreno espectacular, solo la carretera y yo, con la esporádica compañía de alguna que otra vaca que me iba encontrando por el camino.
La ascensión a la estación de Pal, comparte los primeros kilómetros con el Port de Cabús, pero hay que tomar un desvío para completar los últimos dos kilómetros y medio hasta la cima, que no tienen ninguna complicación.
Y después de todo esto, llega el plato fuerte, dejo paso a los profesionales. Y encima, para colmo, salgo en la televisión, al paso del grupo de los mejores, con Froome, Contador, Joaquim y Valverde.
Pero sin lugar a dudas, el momento culminante de este fin de semana, fue cuando anime a Pablo Lastras por su nombre, y este me saludo, indudablemente, que uno de tus ídolos, y uno de los mejores ciclistas españoles de todos los tiempos, bajo mi parecer, me salude, no tiene precio.